A ver si entendemos que la solidaridad, como cualquier otra característica admite una gradación, y no por ello encontrar antagonismo en la discrepancia de opiniones, me explico:
La solidaridad empieza por "los nuestros", por los que son de nuestra familia, de nuestro pueblo o ciudad, de nuestro gremio o sector...: Nos obliga el "podría haberme ocurrido a mi" y, por tanto, el ser solidario es visto, a mi modo de entender de manera injusta, como interesada.
El siguiente escalón es el que fenomenalmente representa el poema que Bertolt Brecht popularizó del discurso de Martin Niemöller: "Primero vinieron a buscar..." Debemos solidarizarnos con los que no son los nuestros, porque sino, cuando seamos nosotros los inocentes, nadie nos apoyará. Espera una ayuda, una recompensa por esa solidaridad, pero es solidaridad
Es por ello, que yo entiendo que la mayor solidaridad es aquel sentimiento de apoyo por cualquier inocente, con independencia de su vinculación conmigo, sin perjuicio que cualquier acto de solidaridad merezca mi respeto y reconocimiento.
La víctima con quién me solidarizo hoy, es una mujer de mi entorno y ello no menoscaba la solidaridad que tengo con aquellas mujeres que hoy mismo han sido asesinadas en manos de sus parejas o exparejas en otros países de todo el mundo ni con los hombres que, en mi país, este año igualmente han sido asesinados por sus ex mujeres, ni con cualquier inocente...
De igual manera mi solidaridad con las víctimas (inocentes!) de los atentados terroristas de París y con los, igual de inocentes (y ese es el quid de la cuestión), asesinados ese mismo día en atentados de Beirut.
Aunque a priori pueda parecer que tratar este tema en un blog que pretenciosamente pueda ser de Política Económica, he llegado a la conclusión que no tanto y, por ello, creo que no traiciono esa norma al decir que la política debe estar al servicio de las personas: Las Económicas para atender a los inocentes de mi país y las internacionales las de fuera, para que no haya ni una mujer más asesinada en mi país y ni un atentado más que nuestro gobierno podría haber ayudado a evitarlo.
La solidaridad para con el inocente nunca es mala…
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