domingo, 3 de mayo de 2020

Españolito que ve la pandemia... dice ¡Basta ya!

De las primeras cosas que aprendes cuando enseñas, es a evaluar. 

Y aprendes que debes indicar qué se ha hecho bien y qué se debería haber hecho, o hacer si todavía está a tiempo, para mejorarlo. Después, indicas qué se ha hecho mal. Además, con una actitud de empatía tratas de entender porqué se ha hecho mal. Esto, que es normal en la enseñanza, en la que llevo ya más de 30 años, es básico en las organizaciones, en las llevo desarrollando mi trabajo una cantidad de tiempo similar, para conseguir ser mejores a través de lo que se conoce como proceso de mejora contínua: buscando qué, y porqué, ha fallado algo y no quién es el responsable o, en definitivas cuentas, a quién "cortar la cabeza" por torpe.

El gobierno ha tomado medidas correctas poniendo al frente a un profesional, siendo transparente, tomando las medidas que proponen los técnicos cualificados y pidiendo colaboración al resto de fuerzas políticas y sociales 

Así pues, no sería justo, ni es el procedimiento que se hace cuando evalúas, el poner sólo todo lo malo en un plato de la balanza. Además, dado el clima de crispación política, deviene en un uso deplorable de los aparatos de los partidos lanzando a sus seguidores a una guerracivilista hooliganización. Por ello creo necesario señalar que el gobierno, en mi opinión, ha acertado al poner como portavoz a Fernando Simón, un técnico de reconocido prestigio y evidentemente cualificado para ello. Por cierto, ¿Se imaginan que hubiese nombrado Pedro Sánchez para ese cargo a Begoña Gómez?... ahí lo dejo. El gobierno me parece que lo hace bien al ser transparente y dar, de manera contínua, información pública y en rueda de prensa con preguntas de periodistas (que triste suena tener que escribir eso). Si te parecen muchas, con no verlas tienes. Igualmente el gobierno, al comprobar que sigue las indicaciones de quién más sabe: los especialistas, entiendo que lo está haciendo bien en cuanto a qué medidas está tomando. El gobierno, por los mismos motivos, me parece que hace bien en ser prudente y plantear un plan de desescalada en función de cómo evolucione la situación. El gobierno, me parece obvio, que hace bien al llamar a la colaboración de las demás fuerzas del país... aunque se quede en una huera reunión de políticos con información ya conocida. Por último, entiendo que el gobierno está haciendo bien al llamar a la responsabilidad para evitar, realmente minimizar, los próximos rebrotes que por desgracia parece que va a haber. No obstante, creo que debería haber una campaña más fuerte aún: echo de menos personajes públicos queridos por la mayoría, como deportistas y artistas, que salgan diciendo que hay que ponerse mascarillas siempre que se pueda, que al llegar a casa debemos lavarnos bien las manos, que debemos ser cuidadosos con evitar los riesgos... en definitiva que el no contagiarnos y, por tanto, no contagiar a otros y especialmente a más débiles que nosostros, depende, en gran medida... de nosotros mismos. Ahí es dónde se puede demostrar que existe una Marca España de sociedad responsable a la vez que saber vivir y ayudar a salir de este impasse que mejoraría nuestra imagen... que falta nos hace.

Pero lo ha hecho tarde y bajo sospecha de decisión política. 
Pero el gobierno llegó tarde. Y sí, era previsible. Ya estaban tomando medidas otros como Vietnam y la información de la que dispone el gobierno a través de su Ministerio de Sanidad,  red de embajadas y del CNI debería haber avisado de ese riesgo. Además, el personal sanitario español conoce situaciones similares: hay miles de ellos que han estado en países con pandemias más graves aún que esta y el resto del colectivo recibe esa misma información. De hecho, Pedro Cavadas, uno de los más prestigiosos médicos españoles lo avisó a finales de enero cuando le entrevistaron. La OMS, máximo órgano en estos temas, confirmó esos días el riesgo proclamando la Declaración de Salud Pública de Importancia Internacional y proponiendo las medidas que luego se implantaron en España ante la declaración de pandemia de su presidente el 11 de marzo. Que para la mayoría de la población mínimamente informada pensáramos que era un brote similar al SARS de 2003 y que, por tanto, tendría poco desarrollo poblacional y rápidamente pasaría, es cierto... Pero la gente que conoce del tema, los especialistas ya estaban avisando. Yo espero que el gobierno tenga una información, que para eso paga con mi dinero, más certera. No puede ser que las decisiones sanitarias se tomen en función de las redes sociales o de lo que se comente en las barras de los bares. Sin llegar a extremos ficticios de películas, como el décimo hombre de Guerra Z , pero al menos espero que hubiese un informe avisando del peligro.

El Gobierno procastinó, y lo más grave, lo hizo en una situación en la que la rapidez de actuación era lo más importante. Se ha evidenciado, y nadie lo cuestiona, que si hubiese tomado las mismas medidas que se tomaron meses después hubiesen ocurrido dos cosas: no habría habido una difusión de la infección de la magnitud que hemos tenido en este primer brote y, por otra parte, los partidos de la oposición y la ciudadanía en general, azuzados por los aparatos de sus partidos, se hubiese vuelto en contra del gobierno, más aún al hacerlo antes que nuestros vecinos europeos. Por si fuera poco, llegar tarde lo hace bajo la sospecha de haberlo hecho una semana más por motivos políticos. Que la celebración de las manifestaciones del 8M ayudaron a la propagación me parece evidente. Al igual que los partidos de fútbol y otros eventos multitudinarios de ese fin de semana, incluido el Congreso de Vox en Vistalegre y, por eso, todos se deberían haber prohibidos. Pero la pregunta que se contestará, seguro que vía judicial dentro de unos años y conoceremos la verdad a través de los documentos, es ¿Se tomó la decisión de seguir con las manifestaciones a pesar de conocer la gravedad y que se iba a declarar el estado de emergencia a la semana siguiente?... Eso, lo dicho, dentro de unos años lo sabremos: yo tengo memoria y saldré a insultar si fue verdad y a aplaudir, si no lo es, de momento nada se puede opinar.

Medios y condiciones suficientes  para personal sanitario y población ya! 
Una vez metidos en la pandemia, no ha puesto los medios adecuados al personal sanitario ni a la población en general.
¿Qué hizo mal, aparte de llegar tarde?. Fundamentalmente dos cosas: una técnica que es dejar sin protección efectiva al colectivo que iba a estar en contacto directo con esta pandemia: personal sanitario y de farmacia. Y, el otro error, de formas, de no colaborar con todas las fuerzas del país.

Lo primero que se explica cuando lo haces de un trabajo, es la seguridad y salud. Los riesgos y la manera de evitarlos. Mi alumnado conoce que primero se evita la situación de riesgo con medidas de protección colectivas que solemos ver en las obras como vallas en las zonas de peligro o redes para evitar la caída de objetos. Y, además, por si fallan, la de protección individual como cascos, zapatos anti clavos, etc. ¿Qué medidas colectivas, como control generalizado de temperatura, se tomaron en zonas públicas, en especial entrada de hospitales y servicios de transporte público? Ninguna. Esa no hubiese servido para los asintomáticos, pero sí para el alto porcentaje de los que ya mostraban síntomas. Del caos de los elementos de protección individual, los ya conocidos por toda la población, EPIs, un desastre. No ya sólo tarde (y a veces mal) con el evidente riesgo para el personal sanitario, sino que ni siquiera han llegado todas aún: sigue habiendo desabastecimiento de mascarillas para la población en general. De los test, que se ha informado que no hay uno que sirva para todas las opciones... pero sí conjuntamente confirman la enfermedad con un altísimo porcentaje de fiabilidad... ¿Para cuándo test completos para toda la población?. Desde luego primero debería haber sido el personal sanitario y no los políticos quienes tuviesen acceso, eso ha sido un escándalo. Después del personal santiario, el resto de la población, sean políticos o porqueros, eso es lo decente.

Que el problema se agrava por errores pasados como una falta de previsión ya que no se había preparado para una situación de emergencia como esta, resulta evidente: Ni el Plan Nacional estaba activado, ni siquiera el del PP, el único que sí lo elaboró!... Y eso que es lo primero que nuestro personal sanitario conocedores de la cooperación internacional desarrollan en países a los que se ayuda. A partir de tener el problema de una situación sanitaria descontrolada se podrá aducir que con más medios se hubiese gestionado mejor. Más medios por menos gasto militar o de reducción de número de políticos. Mas medios por no haber habido los recortes del PP (y del PSOE que parece olvidar los hooligans de la izquierda) es lo de menos. La realidad es que a principios de 2020 España contaba con una Sanidad de primer orden, peor de lo que podría estar, pero de primer orden.

Colaboración efectiva y real ya!
El segundo error es la manera de trabajar. Desde un despacho en el barrio de Moncloa es difícil hacerlo bien si no se consigue la colaboración de las diferentes organizaciones. Y, colaborar, en alemán es arbeiten zusammen: Trabajar juntos... trabajar, hacer las tareas necesarias. No es colaborar cuando tomas tú las decisiones, tú las ponen en acción con normas de obligado cumplimiento, tú informas a la prensa y, después y para finalzar, te reúnes con los demás para explicarles lo que ya saben, y pedirles el visto bueno... eso no es colaborar, eso es echarse a la espalda la gestión de esta crisis descafeinando el llamamiento a una respuesta social y fomentando el enfrentamiento político. Enfrentamiento que, desde el primer momento hubo en alguno de los partidos, pero hubiesen sido esos los que hubiesen quedado retratados. Ahora son ambos: gobierno y oposición quienes han quedado "de aquella manera".

Españolito que vienes al mundo
Y mientras a echar mierda unos a otros, cada uno agarrándose a "su verdad" y con la crisis económica acuciante... 
Si sólo te quedas con la defensa del gobierno por sus cosas buenas, estás justificando lo mal hecho (reconoce dice Pablo Iglesias que existen esos errores pero ni los dice, ni los corrige) y los hooligans de la derecha azuzados por sus partidos te atacarán acusándote de querer hundir el país. Si sólo te quedas con la crítica a la mala gestión, los hooligans de la izquierda con mensajes preparados por los aparatos de UP y PSOE te acusarán de querer que España caíga en el fascismo: españolito que vienes al mundo... Cada uno se agarra a su parte de verdad sin reconocer la del otro, y mucho menos los errores propios... patético. Si esto es así en el ámbito sanitario que es una cuestión de estado, me estoy poniendo ya el cinturón de seguridad en la gestión económica. Gestión en la que lógicamente es más difícil un consenso al conllevar unos intereses políticos y económicos distintos de cada partido: agárrate que vienen curvas

¡Basta! a esta manera de hacer política.
Hace falta más periodismo ecuánime y voces en todos los partidos que lo digan.
En definitiva, no tenemos un gobierno en el que prime la excelencia: No podemos dar por bueno un gobierno, fiel reflejo de nuestra sociedad, que pretenda el aprobado ramplón, después de una repesca y porque tengamos que aceptar las circunstancias adversas... no. Hay un concepto, la excelencia, que debemos imbuir en nuestra sociedad y exigir a nuestro gobernantes estar entre los mejores, entre los países que han gestionado mucho mejor esta crisis como, por ejemplo, el liderado por mujeres. El justificar el suspenso con un "otros también suspendieron" o "tú lo hubieses hecho igual o peor"... yo lo veo, por desgracia, como la excusa habitual entre los malos estudiantes. En cuanto a la oposición, pues igual o peor. Y es casi tan importante contar con un buen gobierno como con una buena oposición. Salvo tan emotivas como contadas excepciones como la de Almeida y Rita Maestre en el Ayuntamiento de Madrid, al buen partido en gobierno y buena oposición ni están ni se les espera. Ahí es donde están incidiendo recientemente, a unos y otros, diversos periodistas y medios como Angels Barceló al PP y Público al Gobierno . Y echo en falta una propuesta transversal de personas con peso en todos partidos que digan ¡basta! y dignifiquen, al menos en un primer paso y en un momento como este a la clase política  que, no olvidemos, junto a la corrupción reiteradamente y desde hace muchos años el CIS señalaba como principal problema del país para los españoles junto con la economía-desempleo... más que nunca hoy lo necesitamos. Necesitamos decir ¡Basta!