domingo, 27 de agosto de 2017

Hechos en un atentado: lamentable utilización política y la ya normal basura que aparece en redes sociales



La noticia, escueta, es:
“Una célula yihadista, formada mayoritariamente por musulmanes residentes en España de origen magrebí, comete diversos atentados en Barcelona y Cambrils que deja un saldo de 16 muertos, en su mayoría turistas, así como multitud de heridos de diversas nacionalidades”

Eso es lo que ha pasado y, la terrible consecuencia, es que hay decenas de familias rotas: hijos que han perdido a sus padres y padres que tienen que enterrar a sus hijos.

A partir de ahí, un normal reguero de comentarios basura, de ese porcentaje (10, 15%?) de miserables que hay en nuestra sociedad, que lanza sus mensajes por redes sociales, cada uno más tendencioso que el anterior. Pero, lo que es peor, la utilización política de esta situación.

Ante la basura de los perturbados y los carroñeros políticos, estos son los hechos:

1.- Los terroristas son musulmanes. La respuesta tendenciosa y maliciosa de ese porcentaje de miserables es fácil: “guerra al moro”. Las redes sociales, se han llenado de personas sensatas que muestran hechos: la mayoría de los atentados se producen contra musulmanes y en países musulmanes en los que, por desgracia (y con poca repercusión mediática), se producen a diario y dejan un reguero de desolación en Afganistán, Argelia, Nigeria, Pakistán, Somalia…. No hay una guerra total de musulmanes contra cristianos. Son una minoría de musulmanes los que atacan cobardemente a una mayoría, sin importarles su religión.


2.- Los terroristas son mayoritariamente extranjeros residentes en España y de origen magrebí. De manera similar, ese porcentaje simplista quiere aprovecharse de este lamentable hecho para defender sus ideas políticas y lanza un “fuera moros” junto con un “Los extranjeros se benefician de nuestras ayudas y encima nos atacan”. El hecho es que los terroristas no tienen un apoyo mayoritario de la comunidad musulmana. Es la propia comunidad islámica la que grita y convoca manifestaciones y hace gestos públicos recriminando los atentados. Es un hecho que la comunidad musulmana reniega de estos grupos y de sus execrables actos. La mayoría de la sociedad se ha lanzado a las redes sociales a mostrarlo y a explicar, con datos, que los inmigrantes no viven en un paraíso de subvenciones, sin perjuicio de granujas que se aprovechan del sistema, que los hay, pero de todas las razas y creencias.

3.- Hay una atroz guerra, y es una redundancia el uso de ambas palabras, en Siria. Al igual que en Yemen, Irak y anteriormente en Libia y Afganistán. Guerras en la que la práctica totalidad de las personas que las sufren: mueren, son mutiladas o violadas son musulmanas y civiles... Y la de Siria es una guerra en la que interviene, además de su gobierno, Estados Unidos, Rusia, Arabia Saudí, Turquía, Israel y más de 20 países! apoyando a alguna de las diversas facciones: Gobierno, rebeldes y Estado Islámico. Es un hecho que Arabia Saudí financió al Estado Islámico en su inicio, pero no hay pruebas que demuestren que lo haya seguido haciendo a partir de la política de atentados internacionales que efectuaron al principio de la guerra. El que Arabia Saudí sea un país machista, con una leyes contrarias a los principios democráticos y que, además, sea un desestabilizador de la zona, no permite identificarle como el financiador de las distintas células terroristas que han cometido los últimos atentados en Europa.


4.- Y también es un hecho relacionado con el armamento que compra Arabia Saudí que ningún material militar de la guerra de Siria ha sido utilizado en los últimos atentados: el uso de furgonetas o camiones robados, de bombonas de butano, de explosivos de fabricación casera y de cuchillos comprados en un chino! evidencian una total falta de financiación externa para los atentados. Arabia Saudí, por muy repugnante que sea su política interior y exterior, no es el financiador de los atentados.

5.- Es un hecho que España vende armas a Arabia Saudí. Y este país no las tiene almacendas y dispuestas para una defensa sino que está demostrado que las usa en los conflictos que interviene, especialmente en Yemen: Ahí si que mueren musulmanes con armas españolas!... Pero es un hecho que Arabia Saudí compra armas, además de a España y, obviamente Estados Unidos, Gran Bretaña, en donde, no se han relacionado los últimos atentados en su territorio con Arabia Saudí.


6.- Pero también Qatar es un país que interesa a España por sus inversiones. Ahora bien, es el socio de empresarios catalanes: FC Barcelona y numerosas inversiones centradas en Cataluña, no como Arabia Saudí que sirve a empresas del resto de España y, por tanto, callan la misma financiación pasada  de Qatar a grupos terroristas islámicos los mismos que ahora acusan al gobierno español de colaborar con Arabia Saudí.

7.- Un cura afirma que, si bien la responsabilidad material de los atentados es únicamente de los terroristas, existe una responsabilidad política de Ada Colau como Alcaldesa de Barcelona al no poner los medios para impedirlos. Ya puestos, mete en el mismo saco a Carmena por tener la Puerta del Sol indefensa y a todos los “comunistas”. Casi se le va la mano para mencionar confabulaciones judeo-masónicas, pero estuvo brillante Ada Colau contestando con hechos: simplemente mostrando las recomendaciones de quién si tiene responsabilidad política, La Dirección General de la Policía Nacional, indicando que, para Navidad, y de carácter temporal, usase como método disuasorio el uso de bolardos. Es un hecho que lo hizo, pero también es un hecho que los demás 41.973 sacerdotes que viven en España no han realizado declaraciones tan aberrantes como el cura de Madrid y… el arzobispado inmediatamente le ha desautorizado: “No hay más culpables que los terroristas”. Es un hecho que la iglesia católica mayoritariamente no es de la opinión de este perturbado.


8.- También es un hecho que, con anterioridad a los atentados, se produjo algo tan relevante para las fuerzas del orden, como la explosión de la vivienda en la que los terroristas pretendían fabricar bombas caseras. Igualmente hay un cúmulo de informaciones que, a lo largo del tiempo se verá si son fidedignas o no,  que indican algo tan grave como que se podía haber evitado el atentado!: falta de colaboración entre la Guardia Civil, Policia Nacional, CNI y los Mossos; Falta de acceso de información de los Mossos a la información antiterrorista; Declaraciones de la Policía Nacional indicando que se aumentaría la colaboración con las policías locales… Lo cierto es que han muerto muchas personas en nuestro territorio, bien lo veas como Cataluña o como España y es un hecho que los responsables para evitarlo no han cumplido con su función: Es necesaria una investigación profunda que indique, tanto el porqué  una persona que resida en nuestro país se incorpore a una célula terrorista, como averiguar qué fallos han tenido las fuerzas del orden y, por supuesto, depurar responsabilidades. Por desgracia será un hecho que aquí no dimitirá nadie.

9.- Los Mossos, que oficialmente tienen competencias para la lucha antiterrorista, deben dar explicaciones y  así lo hicieron. Es un hecho que en Cataluña existen dos lenguas cooficiales, no hay una única oficial y es deseable que, al ser medios de comunicación internacionales los que cubren la noticia, la explicación hubiese sido en la lengua que mejor conocen los periodistas, esto es el castellano. Es deseable pero no obligatorio pero así lo hicieron!: Hicieron las explicaciones en castellano. No obstante, ante una pregunta en catalán, lengua cooficial, la contestación se hizo en catalán, como bien hizo y dijo el responsable de los Mossos Trapero; “si me preguntan en castellano, contesto en castellano”. Y es lo que hace la mayoría de los catalanes que no tienen ningún problema, pues son bilingües. A los periodistas que preguntaron en castellano, se les contestó en castellano. Ya es un problema de tiempo y paciencia del portavoz el tener que repetir contestaciones ya explicadas en catalán. Otra cosa hubiese sido que sólo se hubiese contestado a preguntas de y en catalán, cosa que no ocurrió. El periodista holandés, que no español, patinó al irse antes de tiempo porque realmente no conoce Cataluña y su bilingüismo.

10.- El rey Felipe VI es el jefe de Estado de todos los españoles: de los que somos republicanos y los que no lo son. De los de Cuenca y de los de Barcelona. El respeto es al cargo, con independencia que creamos que deba ser nombrado de una forma o de otra y que deba ser una u otra persona. Dudo que cuando España sea una república los mismos que justifican los insultos en este acto, tengan la coherencia de defender el mismo criterio cuando presidente sea abucheado por personas monárquicas. Pero es que, sobre todo, el respeto es por las víctimas. Estamos en una muestra de solidaridad por un atentado en el que han muerto muchas personas, no un partido de fútbol, ni una manifestación con una reivindicación política, y debemos estar todos: para excluir a alguien debes tener pruebas fehacientes que esa persona es realmente responsable y no merece estar ahí. Lo demás, son opiniones personales no sostenidas por hechos y meras conjeturas, la mayoría de las veces con un trasfondo político y que crean un lamentable espectáculo.

El principal hecho que transciende de este tema es que, por un lado, hay una lamentable situación en España que ha derivado en una enorme crispación política y social. Y, por otro lado, en un par de meses hay una consulta independentista de Cataluña. Los perturbados de uno y otro lado, y de otro, y de otro más… es decir, los perturbados de todos los movimientos políticos quieren sacar rédito político a este lamentable suceso, olvidándose de las víctimas actuales y de las futuras que, de no cambiar, seremos cualquier inocente o, lo que es lo mismo: todos. Los demócratas, los decentes, no debemos caer en ese juego de uso político del terrorismo y de sus víctimas.

miércoles, 16 de agosto de 2017

150 años de El capital: momento de dejar de mirar al pasado y mirar al futuro


Karl Marx es un gran pensador, de su época

Se cumplen 150 años de la obra que posiblemente haya sido más influyente en la política del último siglo. Y ello pretendiendo ser una de las obras de contenido económico. Olvidan muchos que el título es El Capital. Crítica de las políticas económicas y, por tanto, trata de uno de sus principales problemas, aún no resueltos por la ciencia económica, como es la explicación a la distribución. Por la sencilla razón que es una cuestión política.

Aunque Marx no realizó estudios de economía, sí que fue metódico, como buen alemán, y estudió en profundidad a los diferentes economistas de su época. Y es importante reseñar que, en cuanto a sus aportaciones sobre Economía, es en ese momento en el que el edificio de la Ciencia Económica, con mayúsculas, se estaba construyendo y estructurando en lo que posteriormente se ha denominado Teoría Económica Neoclásica. Además, Marx contó con la amistad y colaboración de uno de los economistas de referencia en ese momento, como fue David Ricardo.

Así pues, simplificando el hilo argumental que plantea Marx, en la parte de Económica Normativa (la que debe ser frente a la Positiva que es),  nos encontramos con un proceso de revolución industrial en Gran bretaña en la que hay una masa trabajadora, que define como clase proletaria, que nada tiene (y por tanto nada tiene que perder), bien porque proviene de trabajo artesanal preindustrial, bien por el abandono del trabajo agrícola a las ciudades industriales. Ante ella, ofrece una clase capitalista que posee el capital. Entre ambas presenta la lucha de clases como concepto, no sólo del momento, sino de la propia historia.

El trabajo, tanto en la teoría Neoclásica posterior como lo recoge en la marxista, se rige por las leyes del mercado: su oferta, su demanda y su consecuente punto de equilibrio en el que se igualen ambas. Además, la teoría de formación del precio indica que el componente trabajo es el que pesa y que sirve para el capital para la determinación del coste. En relación con esto, como bien predijo Marx, se produce una acelerada acumulación del capital por medio de estos excedentes empresariales.

Hasta aquí coincido y además apoyo al ser una voz que se alza para explicar y denunciar las deplorables condiciones laborales y de vida de la clase trabajadora. Y se hace mediante las leyes “invisibles” de la economía, en vez de las escritas de servidumbre o esclavitud propias de la edad media o antigua.


La sociedad que refleja Marx, no es la actual.
Pero, y con respecto a la formación del precio, el trabajo es uno de los componentes. Marx simplifica y lo fundamenta en el trabajo: “la mecanización hace que el precio del trabajo disminuya hasta un mínimo de supervivencia”. De esta forma la diferencia entre el precio y el coste laboral es el beneficio del capitalista y, por tanto, se apropia de él. Pero, en primer lugar, se centra en las grandes empresas dejando fuera el empresario emprendedor en el que el factor de organización es posiblemente el más importante. Esta simplificación está más que superada por los datos reales y recogidos en las teorías, la más conocida está recogida en la famosa fórmula de Cobb-Douglas (a la que habrá que añadir el impacto medioambiental). Pero el punto crítico a esta teoría es que no existe, al menos en los países más desarrollados, y afortunadamente, se incumple la premisa de Marx: “el proletario nada tiene y, por tanto, nada tiene que perder”

La principal crítica a este argumento contra la teoría marxista es que se sostienen a consecuencia de la explotación de trabajadores de países subdesarrollados mediante la internacionalización y globalización que, a consecuencia del capitalismo imperialista se mantiene la explotación del trabajador, pero mediante la ubicación de los centros de producción en el extranjero países subdesarrollados. Esto cae por su peso tanto para los dos grandes perdedores de la segunda guerra mundial, Japón y Alemania que mantienen unas salarios muy por encima de los de subsistencia, como en otros países que han seguido una senda de políticas en general, y no sólo económicas, de Justicia Social, de la que  los escandinavos son el mejor exponentes: No imperialistas con unos niveles de renta muy por encima del umbral de pobreza.

La clase dominante, por tanto, no es la proletaria que nada tiene que perder, a pesar que las políticas económicas neoliberales que, por desgracia, la hagan aumentar, sino que es la clase media: trabajadora que además tiene mucho que perder… con datos, el último informe del CES (1) nos lo indica claramente: la mayoría de la sociedad es trabajadora y con excedente, su renta está por encima del umbral de la pobreza. Ahí es Popper quién atina en una crítica demoledora de la falta de rigor científico de las teorías, y predicciones de Marx (2):
El capitalismo, en el sentido de Marx, ya no existe. La sociedad que Marx conocía ha pasado por grandes revoluciones. El trabajo manual insoportable de millones de hombres y mujeres, ya no existe.
Nunca ha existido, además, una sociedad con una tendencia inherente en el sentido de la «Ley de depauperación creciente» de Marx o con una dictadura secreta de los capitalistas. Si bien la industrialización era bastante dura, la industrialización significaba también productividad creciente seguida de la producción en masa. Obviamente, la producción en masa encontraba finalmente su camino también hacia las masas.
La interpretación histórica de Marx junto a su profecía no es sólo falsa –es imposible: no se puede producir algo de forma masiva, que según su doctrina esté predestinado para los cada vez menos numerosos ricos capitalistas. Por consiguiente, es un hecho: el capitalismo de Marx es un constructo mental imposible, una quimera.

Nuevas situaciones que requieren nuevas teorías y movimientos políticos que los solucionen.
Ahora bien, una vez nos encontramos con que la clase trabajadora tiene un nivel de renta muy por encima de la necesaria para subsistencia, ¿cuál es la situación con la que nos encontramos en las sociedades? Ahí es donde pensadores como Laclau (3) y Chomsky (4), así como políticos como José Mújica advierten: el excedente de la renta de la clase trabajadora, clase media, se canaliza al sistema capitalista a través de los medios de comunicación. Es la publicidad, especialmente la televisión, la que “obliga” a comprar y deviene en un consumismo desaforado en las personas que no son conscientes de la situación. Consumismo que hasta hace unas pocas décadas, socialmente no era ni malo ni denunciado por los filósofos y pensadores, quizás sí explicado con genialidad por Erich Fromm y que, hasta que la ecología nos plantó delante de nuestra cara la dura realidad y la evidencia de la imposibilidad de seguir con este modelo de crecimiento continuado y la necesidad de pasar a otro equilibrio, así como plantearos el bienestar en términos más allá de una simple medición económica como el PIB per cápita. No sólo es el “piensa si realmente merece la pena lo que compras porque lo haces con tu trabajo, con tu tiempo y eso, el tiempo, no lo puedes comprar otra vez en un supermercado” de Pepe Mújica (5). Es que producir cosas innecesarias degrada el planeta en el que vivimos todos y, por tanto, por muy lejos que pienses que se produzca, sus efectos nocivos, te van a afectar negativamente en tu propio pueblo. Pero fue Erich Fromm (6) quien indicó porqué existe esta fuerza individual al consumismo en su obra Tener o Ser. 

Por último, quiero criticar el modelo de dialéctica  de Marx.  No tanto en el historicismo como en su falta de consideración un equilibrio metaestable en vez de un continuo desequilibrio o continua lucha de poder que va empujando a unas clases dominadas para que sean dominantes. Pero el capitalismo produce para su propia población. No ya el propio sistema con Henry Ford lo adelantó, sino que el sistema capitalista, como todos, está en un equilibrio metaestable que se ajusta ante las variaciones del entorno, salvo que éstas: mecanicismo, colonialismo y ahora igualdad o feminismo, globalización y ecologismo lo lleven a un nuevo equilibrio. Que será también metaestable hasta que otra fuerza lo empuje a un nuevo equilibrio.

Yo no soy marxista, es evidente si han leído hasta aquí, pero lo hubiese sido de haber nacido hace 200 años. Pero lo que estoy seguro es que hoy Marx no sería marxista.

Si bien nos encontramos con una situación en la que sigue habiendo una enorme cantidad de la población que nada tiene que perder, especialmente en África subsahariana y diversos países de Asia, si hay una clase media en las sociedades denominadas “avanzadas de alta renta per cápita” y creciente en países emergentes especialmente en China, que es despilfarradora en cuanto a los recursos para sostener el consumismo. Todas ellas con unos procesos productivos y de energía insostenibles medioambientalmente. Por desgracia tenemos unos teóricos del capitalismo que no son conscientes de la necesidad de ajustes para una mejora de las condiciones tanto de la población como del medio ambiente y, por otro lado, de unos teóricos y políticos autodenominados de izquierda que siguen anclados en un libro de 150 años y a un eje izquierda-derecha y no pretenden una nueva política acorde a las nuevas circunstancias sino, como una mucho pobre y mísera refundación de la nouvelle gauche . Desde luego ninguno de ellos pasará a la historia por haber entendido el momento histórico en el que estamos, más aún con el desarrollo de Internet, la responsabilidad social, necesidad de un triunfo del feminismo y de los movimientos ecológicos. Momento histórico que Marx, a pesar de sus errores teóricos y predictivos, sí acertó a denunciar.


(2) La responsabilidad de vivir” (pág. 263) de Karl Popper – Ediciones Altaya SA – ISBN 84-487-1259-5
(3) Laclau, Ernesto (2011). Hegemonía y Estrategia Socialista. Fondo de Cultura Económica.

(6) ¿Tener o ser? Erich Fromm ISBN-10: 9681601718


Adenda: Hoy y ahora
El momento político histórico de hoy, todos lo son, se fundamenta en incluir el feminismo, la globalización tanto en la información con Internet como medio, como la tierra como frágil ecosistema incompatible con un crecimiento continuo, así como la erradicación del hambre y las guerras. Mientras los partidos de izquierda marxista tradicional (comunistas y anarquistas) proponen una solución Yo, trabajador, gano-tú capital pierdes y se crea una sociedad feliz, pero utópica, la realidad, al menos es mi opinión, nos muestra caminos que, sin ser perfectos, mejoran nuestra sociedad, como por ejemplo las sociedades escandinavas en cuanto a logros sociales, pero las del sur de Europa en bienestar personal.
El entender que no hay blanco y negro, ni una gama de grises, sino una gama de colores de posibilidades, de una multidimensionalidad del ser humano en sus aspiraciones sostenibles social y medioambientalmente es básico. En esta línea, admitir que hay diferentes formas de entender la vida en el eje de tener y ser que indica Erich Fromm es más que necesario. En esta línea, los partidos de izquierda, como elementos de ideal e ilusión son básicos, pero igualmente los planteamientos realistas de la derecha coherente: es el eterno idealismo-Quijote frente al realismo-Sancho Panza.

Y ante un sistema neoliberal que elimina los avances sociales en Estados Unidos y Europa se hace necesario un movimiento transversal que no se limite en refundar la izquierda, sino en plantar soluciones nuevas ante las nuevas situaciones planteadas. En este sentido, el fracaso de las políticas griegas debemos mirar, por desgracia España en general, y Podemos en particular (salvo contadas excepciones cuyo mejor exponente es Carmena, Colau y similar) han, hemos, perdido otro tren, a Portugal. Al igual que en los países escandinavos, se pueden hacer políticas económicas y sociales sostenibles: pero basándonos en lo que funciona, no en lo que personalmente creemos que debería haber funcionado y la vía es unir lo que tenemos en común, no lo que nos diferencia.