Cantaba sabina que siempre que intentaba mudarse al barrio de
la alegría … ya había salido el tranvía. Por desgracia la estación de guaguas,
nuestra sociedad en el símil, se desmorona en Canarias y, en vez de ponernos de
acuerdo en salir ya, seguimos sin un proyecto político con posibilidades de
conseguir una mayoría social.
Para convencer a
terceros, se debe dar ejemplo: “para otros vendo lo que para mí no tengo”
Podemos es, hoy por hoy, el único partido que puede
aglutinar las ansias de un cambio que la sociedad, en su conjunto, demanda. La
gente opina, y de manera tenaz a través de las encuestas del CIS, que sus
mayores preocupaciones son la corrupción y los políticos, junto con el empleo y
la economía. Si bien la corrupción es uno de los ejes estratégicos de Podemos
(la última medida como el Tramabus lo demuestra), no es menos cierto que no
está claramente definido cuál es el modelo económico para erradicar el
desempleo y mejorar las condiciones laborales. Pero aún el tema de la
corrupción queda en entredicho cuando los mecanismos internos ni funcionan, ni
se ve interés en que lo hagan dentro del partido: Garantías acusada de
partidismo, falta de participación y de transparencia, especialmente en
Canarias… Como indica el refrán, “para otros vendo lo que para mi no tengo”,
Podemos Canarias no tiene transparencia: las últimas publicaciones a
regañadientes e incompletas: ¿Cuánto gana su diputado o Consejero del Cabildo?
La participación es un páramo: ¿Cómo inscrito recuerda Usted la última vez que
pudo proponer algo para que en el Parlamento de Canarias o en los distintos
Cabildos se presentase algo?... Yo tampoco! Y, de Garantías, mejor no hablar
porque es una verdadera vergüenza: miles de denuncias que están paralizadas,
con el riesgo que, detrás de ellas, hechos incluso delictivos, hayan sido
paralizados por los dirigentes del partido: Así no! Pero así no de puertas
adentro, y así no, pues ni esperes el voto unánime de la sociedad a la que te
diriges!
Con las islas no
capitalinas, ni cuento
La actual dirección ha cometido un tremendo error político
de desprecio hacia la insularidad. Canarias es una única tierra, con un sentir
claramente definido, pero también es un archipiélago. No es casualidad que
fuese un majorero, para evitar los problemas de la insularidad en islas no
capitalinas, quien consiguió, de manera magistral, rescatar y dar forma a los
gobiernos insulares a través de los cabildos. Con la llegada de la democracia,
la triple paridad pretendió, en el ámbito de Canarias (y este es el quid de la
cuestión), compensar el hecho de la doble insularidad (además del equilibrio
provincial). La realidad es que es una medida injusta electoralmente pero que
tampoco mejoró las condiciones de los no capitalinos. Sólo derivó hacia una
mejora de las distintas oligarquías político y económicas insulares. Cada vez
que en la prensa se escribe “cada majorero recibirá”, (y póngase aquí fondos
del ITP o parte de presupuestos del gobierno de Canarias) “X” euros, se está
escribiendo una falacia: no llegan al pueblo. Sólo sirve para repartir entre cuatro
políticos y cuatros “empresarios” a la hora de hacer obra pública, la mayoría
de las veces innecesaria y, por desgracia, con el binomio
despilfarro-corrupción, mantener este sistema que a cuatro beneficia. Ahora
bien, transmitir únicamente (y no solucionar el resto) de la injusticia que el
voto de un majorero valga más que el de 7 canariones, por ejemplo, es olvidar
que, cuando un majorero tiene una enfermedad, debe trasladarse a Las Palmas.
Que cuando un majorero quiere estudiar en la universidad, debe trasladarse a
Las Palmas costeando la familia ese esfuerzo… No. Que el estatuto de autonomía
debe reformarse para que las necesidades de todos y todas las canarias sean por
igual, por supuesto, tanto en derechos de empleo, vivienda, sanidad y
educación, como en los electorales. Y, ojo, que no me olvido de nuestras islas
interiores, porque el mismo problema que alguien de Arrecife, lo tiene en San
Nicolás o en Buenavista del Norte… sigue habiendo Canarios de primera y de
segunda.
Un partido para defender
el voto de la izquierda o un partido abierto?
La gente: nuestros vecinos, el dueño de la tienda de la
esquina, quien me prepara el café en el bar del barrio, no entiende de
política. Circunscribir el discurso que “la izquierda es buena porque defiende al
pueblo y derecha mala porque no lo hace”… es un grave error y no entiende el
porqué “un obrero vota a las derechas”. Transformar una mayoría social en
mayoría política implica entender, y dar soluciones, a los problemas de nuestra
gente, de toda ella. Y, para ello, la dirección política debe entender y
fomentar la transversalidad y evitar el eje izquierda-derecha. Es evidente que
alguien que se declare de izquierdas ya está mentalizado y que entiende el
problema, pero la inmensa mayoría de personas que vota a la derecha, sea PP y
Ciudadanos a nivel nacional o Coalición Canaria aquí en Canarias, también quiere
que los pilares de la Justicia Social
(empleo, vivienda, sanidad, pensiones y educación) estén protegidos por la
administración. Podemos Canarias debe ser el partido de la gente, que da soluciones
a la gente en lo que le preocupa a la gente…
Si defendemos la participación ciudadana en las
administraciones locales, es evidente que debe hacerse en el propio seno del
partido. Pero aún más debemos avanzar en lo que nos une: erradicar la emergencia
social de Canarias y que nuestra riqueza no quede cautiva en manos de cuatro
granujas. Es evidente que hay diversas sensibilidades y destinos finales
buscados según cada uno, pero hay un camino inicial común que queremos la
inmensa mayoría de la gente y, por tanto debe ser la guía del partido que
pretende ser de la gente. El presentar un continuo conflicto con organizaciones
afines, cerrar filas dentro del partido con alejando a la gente ilusionada,
usar katanas para cercenar a aquellos que puedan hacer sombra y sólo aceptar a
los próximos es encerrarse en una organización desvinculada con aquellas
personas sensibilizadas con un cambio a unas administraciones decentes.
“Creo que en un momento como este hay suficiente gente para
poder ser mayoría. Y si ser mayoría implica tener un discurso diferente, que la
clave es democracia frente a la dictadura, implica ser un poco más tolerante
con la gente que no piensa como tú, pues qué le vamos a hacer! La política divide
o diferencia a los que tienen éxito de los que fracasan. Y, a veces, cometer
errores en momentos de excepcionalidad y ser conservador en momentos de
excepcionalidad es cometer un crimen, porque la responsabilidad de los
militantes no es con la izquierda, es con este país”
Pablo Iglesias, 14/02/2014
La construcción de
una sociedad: Un proyecto claro
Incluso antes que un país o nación, es necesario construir
una sociedad. Es básica que exista la mentalización en nuestra gente que, para
alcanzar una vida plena, bandera del tejado de nuestra casa común que queremos
construir, los pilares deben ser la existencia de un empleo en condiciones
dignas, un derecho a la vivienda, unas pensiones garantizadas, una sanidad y
una educación pública, universal y de calidad. Pero esos pilares, base de lo
que denominamos estado del bienestar o Justicia Social, quedarán en meras
políticas económicas desvinculadas del sentir de la ciudadanía y, por tanto, no
las hará suyas si no hay unos cimientos sociales en los que se apoye: la
igualdad de oportunidades mediante el feminismo, la participación ciudadana y
la transparencia en la gestión pública, una actividad sostenible con el
medioambiente y con un trato digno a los animales, etc. deben estar presentes
en el sentir de la gente. Sino, los pilares no se sostienen. El individualismo
del sur de Europa, magnífico para algunas cosas, hacen que no sintamos lo
público como propio: Nuestra casa no debe terminar en la puerta: incluye las
aceras, las calles… Y ahí llegamos a un punto más difícil, si cabe, porque lo
anterior tiene una solución más rápida simplemente con gobiernos decentes. Pero
sin un suelo sólido que sostenga el edificio, éste se viene abajo. Y no se
conseguirá en un año. Hace falta, como decía Pepe Mújica: invertir primero en
educación, segundo en educación y tercero en educación. Las sociedades que
consideran suyas lo público, lo defienden. Igualmente se debe tener en cuenta,
y relacionado con ese individualismo, la poderosa herramienta que es el
liberalismo. Por desgracia, los políticos de izquierda olvidan que, tal y como
indicaba Erich Fromm el individuo anhela su libertad, aún por encima de sus
condiciones materiales: llevándolo a extremos, antes pobre en Nueva York, que
igualitario en cualquier dictadura del proletariado.
Ejes programáticos:
bajar a tierra y dejar las generalidades y grandilocuencia
Si esa es la casa que queremos, es evidente que Podemos,
como partido, debe dar los medios y guiar a los distintos electos en los
diferentes ámbitos de actuación: Senado, Parlamento de Canarias, cabildos
insulares y ayuntamientos.
Se deben fomentar entre la ciudadanía la participación para elaborar,
coordinar y presentar propuestas que permitan una correcta educación de nuestra
infancia y juventud. Que se desarrollen y se cumplan efectivamente los
principios feministas de igualdad de género, de participación ciudadana, de
transparencia en las instituciones, de defensa de los derechos de los animales
y sostenibilidad ambiental y con nuevo modelo económico y energético. Y ello permitirá
definir políticas concretas de pensiones, sanidad y educación pública, universal
y de calidad; De acceso universal a la vivienda y de economía de pleno empleo
basada en condiciones laborales dignas. Estas políticas, además, deberán
mantener, mediante el uso de los fondos europeos existentes, el turismo como
motor de nuestra economía de manera sostenible y basado en nuestra
singularidad, en la soberanía alimentaria (y consecuente hídrica), en una
economía circular sostenible, en un nuevo modelo energético y en la tecnificación
de nuestra malla empresarial: prioridades de un Nuevo Modelo Productivo (NMP)
que cree empleo y en condiciones dignas con empresas, pequeñas y medianas,
competitivas en valor añadido y no en precio, que busquen en la reducción del
coste laboral su viabilidad.
Mucho por hacer y, por desgracia, dirigentes más preocupados
en su carrera política con fotos para la galería que en trabajar para afianzar
un proyecto de mayoría política que traiga los cambios que necesita nuestra
sociedad.